Introducción al pensamiento crítico
Sin duda, introducción al pensamiento crítico fue una de las
materias más interesantes que he visto. Y después de un semestre trabajando con
ella uno comienza a sentir la diferencia entre antes de la materia y después de
la materia, ya que los temas vistos en el aula han sido de mucha utilidad en el
día a día porque en una simple conversación ponemos en práctica los conceptos
aprendidos en la materia.
Se destaca que aparte de los contenidos propios de la
materia también se aprendió la utilización de un blog, lo cual es una herramienta
más para mí. El blog es realmente útil y sencillo de utilizar, aparte que
facilita en gran manera la clase y obliga a mejorar la redacción, lo cual no es
para nada mi fuerte.
Los primeros temas tenían que ver con diferenciar entre ser
crítico y ser criticón, vimos características de cada una de las posturas y así
se entendió la diferencia. Un objetivo a corto plazo fue ser una persona más
crítica. Y la utilidad que le veo a eso es que lo que aprendes tiene menos
posibilidad de resultar incorrecto, y evitas mal entendidos con otras personas.
Acerca de las
diferentes inteligencias, compartimos las opiniones que teníamos sobre las
inteligencias, y cada quien respondió si la inteligencia se puede desarrollar o
no. Antes de ver el tema teníamos respuestas un tanto descabelladas, pero
después de leer y que el profesor nos dijera más acerca de eso, las respuestas
cambiaron y llegamos a una conclusión: Cada persona tiene todas las
inteligencias, más no están desarrolladas en la misma magnitud; también, no
estamos limitados en nuestra inteligencia. Poniendo empeño en alguna habilidad
iremos mejorando, aunque con una velocidad menos en comparación a alguien que
cuenta con la inteligencia que ayuda a dominar dicha actividad más desarrollada
que nosotros. Pero es posible, y no hay que hacer nada más que ponerle empeño a
la mejora de nuestras habilidades.
Después llegamos a un te polémico, divertido y también
temido, en cierta forma. Me refiero a las redflags y las falacias; ¿Por qué
todos los adjetivos anteriores? Conocer todo esto de las falacias y redflags se
vuelve un arma de dos filos, porque mejoras tu capacidad de argumentar y
detectar falacias, pero también te puedes ir al extremo, y eso tampoco resulta
favorable.
Con las falacias nos extendimos algunos periodos, y
realmente fue algo que valió la pena. Aprendimos a identificarlas de diversas
formas, principalmente en internet. Aquí resultó útil el blog, porque hemos
conseguido ejemplos y ahora están en la internet y sin duda más personas resultarán
beneficiadas por todo lo que hemos publicado. Mientras más nos metíamos en el
tema nos fuimos dando cuenta que no habíamos estado exentos de las falacias
anteriormente; en lo personal, había tenido varios errores de argumentación
hasta conocer más a fondo todo acerca de eso.
La cúspide de este tema fueron los debates, en las otras
páginas del blog se puede leer más a fondo de ellos. En los dos debates
realizados pusimos en práctica el conocimiento adquirido en la materia, y aun
después de todo lo visto en clase algunos todavía cometían errores en la argumentación
defendiendo o atacando sus puntos.
En conclusión, introducción al pensamiento crítico fue una gran materia que se debe aprovechar muy bien. Lo aprendido tiene diversas utilidades, y en el campo profesional resulta más importante aún. En una empresa hay que tener buena comunicación con las demás personas, y ahí está la importancia de argumentar correctamente cada cosa que digamos.
Las inteligencias deben ser desarrolladas tanto como nos sea posible, no basta con ser buenos en una cosa. Es necesario en este tiempo conocer más de una cosa, porque la competitividad está aumentando día a día y hay que mantenernos a la cabeza de esa competencia, como ingenieros y adventistas del séptimo día.
En conclusión, introducción al pensamiento crítico fue una gran materia que se debe aprovechar muy bien. Lo aprendido tiene diversas utilidades, y en el campo profesional resulta más importante aún. En una empresa hay que tener buena comunicación con las demás personas, y ahí está la importancia de argumentar correctamente cada cosa que digamos.
Las inteligencias deben ser desarrolladas tanto como nos sea posible, no basta con ser buenos en una cosa. Es necesario en este tiempo conocer más de una cosa, porque la competitividad está aumentando día a día y hay que mantenernos a la cabeza de esa competencia, como ingenieros y adventistas del séptimo día.
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